NUESTRO LÁBARO PATRIO


ANA LIDIA CASTILLO OLVERA.


Introducción.



La noción de patria lleva implícito un sentimiento de orgullo que acrecienta nuestro civismo y hace sentir que se vive en un país donde impera la realización de los valores esenciales que una sociedad requiere para vivir en convivencia, la justicia, la libertad la democracia y el bienestar colectivos, entre otros.

Ante un símbolo tan apreciado como es la bandera, el individuo deja ver toda la gama de sentimientos que aquel objeto le despierta. El poder del símbolo es un reconocimiento de todos los componentes que integran el ser individual: sentido de pertenencia, noción de identidad, curso de su historia, razón de su cultura.

En el símbolo se reconocen todos los procesos que ha atravesado un hombre, una sociedad o un país, para alcanzar el grado de autonomía que requiere para proyectar su existencia, es uno de los símbolos más respetados por los mexicanos.

El símbolo tiene sentido de pertenencia, de identidad de unidad.

La bandera es nuestro máximo símbolo. Lo que somos, esta unidad que se identifica y se vincula por valores de pertenencia a una patria que nos es común, tiene su emblema en la

BANDERA NACIONAL.

El repaso detallado de los estandartes que se han ondeado a lo largo de la historia del país constituye una aportación importante para conocer momentos específicos de nuestro pasado, para enriquecer nuestra cultura y reafirmar los valores vinculantes de este símbolo tan preciado para los mexicanos.

La bandera nacional ha sido la fiel compañera del pueblo de México, en momentos gratos así como difíciles, el lábaro patrio ha ensalzado nuestras proezas y redimido nuestras derrotas.

Algunas veces, abatida por la metralla mitigó el dolor de la carne morena, así como airosa ventiló victorias al compás del Himno Nacional, otro de nuestros sagrados símbolos.

El significado de nuestros símbolos patrios está íntimamente ligado a cada uno de los momentos en que nuestro pueblo ha defendido su derecho a la libertad.

De todos estos, la Bandera Nacional es la que mejor representa las aspiraciones populares y nuestra soberanía.

ANTECEDENTES DE LA BANDERA Y ESCUDO NACIONALES.

El Escudo Nacional de México se remonta a la leyenda del peregrinar de los aztecas para la fundación de la gran Tenochtitlán. Esta leyenda indica que los mexicas viajaron desde Aztlán “lugar de las garzas” y se le ubica en lo que actualmente es Nayarit, en busca de la señal que el Dios Huitzilopochtli que se había brindado para establecerse y fundar su imperio. La señal consistía en un águila posada sobre un nopal florecido, en un pequeño islote ubicado en medio de una laguna. Este prodigio acontece, según códices y crónica de diversos autores, hacia el año 1325. La imagen del acontecimiento se tomó desde entonces como Escudo, y su narración se transmitió oralmente por varias generaciones.

Para los antiguos mexicanos, el águila era el símbolo con el que se representaba la fuerza cósmica del sol, mientras que las fuerzas potenciales de la tierra estaban fundidas en la imagen de la serpiente. De esta forma, la primera se identifica como lo que vuela y está en las alturas, lo sublime, lo excelso. El otro símbolo se vincula al lado humano con sus imperfecciones, lo bajo, lo mezquino, lo que se arrastra. El águila devorando a la serpiente significa la comunión de esas fuerzas vitales, al triunfar lo divino sobre la maldad.

El Nopal, además de representar el alimento prehispánico por excelencia, es una planta propia del paisaje mexicano que nos ubica simbólicamente el lugar que los dioses aztecas señalaron para fundar una nueva civilización.

Al consumarse la conquista, los pobladores de la nueva ciudad solicitaron a la corona española conservar el mismo escudo, pero enmarcado con pencas de nopal que simbolizaban a los tlatoanis vencidos en el transcurso de la conquista. Durante el virreinato se utilizó ese escudo y era ampliamente conocido su origen prehispánico. Durante la lucha de independencia en 1811, la Suprema Junta Nacional Americana, establecida en Zitácuaro, conformada por Ignacio López Rayón, José Sixto Verduzco y José María Liceaga, utilizó el águila mexicana como sello en su documentación oficial.

Por su parte, José María Morelos y Pavón, adoptó este símbolo para su bandera y correspondencia, expidiendo desde Puruarán los decretos del 3 de julio de 1815, relativos a la adopción de los primeros símbolos de una nación en lucha por su independencia.

El estandarte que enarboló “El padre de la patria” Don Miguel Hidalgo y Costilla durante el grito de Independencia en 1811, el cual consiste en un pabellón con la imagen de la virgen de Guadalupe, es considerado como la PRIMER BANDERA PROPIA DE NUESTRO PAIS.

Para 1813, las fuerzas insurgentes a cargo de Morelos, diseñaron otra enseña nacional: Una bandera de seda blanca, bordada de una cenefa de cuadros azules y blancos, en cuyo centro se montó un águila posada sobre un nopal que ostentaba una corona imperial. Circundando el escudo se leía una leyenda en latín que rezaba: OCULIS ET UNGUIBUS ASQUÉ VICTRIX, que significa “CON LOS OJOS Y LAS UÑAS IGUALMENTE VICTORIOSA”.

Alrededor de los años 1812 y 1817, apareció la primera bandera tricolor (verde, blanco y rojo) Esta fue denominada la bandera SIERA, nombre que le dieron los indígenas insurgentes de las montañas de la Sierra de Zongolica. Este Lábaro fue utilizado hasta que se adoptaron oficialmente los tres colores de la Bandera Nacional.

En 1821, fue creada la Bandera Nacional y adoptada por el Ejército Trigarante una vez proclamado el Plan de Iguala.

Los tres colores de la bandera simbolizaban lo siguiente:

El verde: La Independencia.
El blanco: La pureza de la Religión.
El rojo: La unión.

Este cromo tricolor fue diseñado colocando las bandas en forma diagonal. La realización de esa bandera fue encomendada por Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide.

Durante el Primer Imperio Mexicano se decretó que las franjas del lábaro patrio debían cambiar de posición en forma vertical. En la franja blanca se colocó el Águila solitaria, con las alas abiertas y de frente, en tanto que la cabeza se plasmó de perfil, luciendo una corona imperial.

Concluido el Imperio de Agustín de Iturbide y triunfante la República, el Congreso Constituyente expidió un decreto, el 14 de abril de 1823, para rediseñar el símbolo de acuerdo con la tradición prehispánica: el águila de perfil posada sobre un nopal, devorando a la serpiente que sostiene con su garra derecha. Ramas de encino y de laurel, emblemas de la fortaleza de la victoria, adornaban a la poderosa ave que ya no ostentaba la corona imperial. Esto se especificó así por el significado que el pueblo azteca dio a esos elementos: el águila se identificaba con el Sol, la serpiente con la diosa Coatlicue, el nopal y su fruto (la tuna) representaban al corazón humano.

Durante el gobierno del primer Presidente de México, Guadalupe Victoria, se acuño moneda con el Escudo Nacional en la forma ya descrita.

Durante el Imperio de Maximiliano de Habsburgo, se adoptó una bandera que presentaba al águila colocada bajo la corona del imperio francés; luego, al triunfo de la República, se ordenó que el águila se colocase de frente y con las alas extendidas.

En los años posteriores se realizaron algunas variantes, pero el águila ya no perdió su lugar preponderante al centro de la Bandera Nacional. Así continuó hasta el gobierno del Gral. Porfirio Díaz. Posteriormente el escudo fue transformado nuevamente por Venustiano Carranza, mediante el decreto del 10 de septiembre de 1916, en el que se determinó retornar a las raíces indígenas.

Así se adopta la impronta que actualmente está montada en el corazón de nuestro lábaro patrio. En éste se dispuso que el águila se colocara de perfil izquierdo y conservara las características con las que los mexicas la habían concebido cuando fundaron Tenochtitlán.

El Congreso Constituyente dispuso las características definitivas para la Bandera de México:

Tres franjas verticales, cada una de diferente color, la franja pegada al asta debía ser verde, la del centro blanca y la del extremo roja.

En la franja del centro se encontraría un águila de origen mexicano, sin corona parada sobre una penca de nopal, la cual crecería en una peña rodeada de agua.

El águila debía estar posada sobre su garra izquierda y con la derecha engancharía a una serpiente en posición para embestirla con su pico.

El águila, además, debía estar enmarcada por los símbolos republicanos: ramas de encino y laurel.

La bandera actual fue oficialmente adoptada en 1968, pero el diseño general se ha usado oficialmente desde 1821, cuando la primera Bandera Nacional fue creada. La ley vigente fue promulgada el miércoles 8 de febrero de 1984, por el presidente Miguel de la Madrid Hurtado, y publicada en el Diario Oficial de la Federación. Esta norma regula el uso de los Símbolos Patrios en la llamada “Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales”.

Desde el 24 de febrero de 1937 se conmemora públicamente esta fecha como DÍA DE LA ENSEÑA PATRIA. En toda la república se rinden los honores correspondientes a nuestro lábaro patrio. El primer festejo se realizó en la capital de la república ante el monumento del General Don Vicente Guerrero, quien fue el primer militar mexicano que juró ante la bandera, en el evento conocido como El Abrazo de Acatempan, del 12 de marzo de 1821.

La bandera ha cambiado en 8 ocasiones a través de su historia, puesto que el diseño del Escudo Nacional, así como las proporciones de largo y ancho del lienzo han sido modificados. La bandera actual, conocida como la Cuarta Bandera Nacional, es también usada como símbolo naval por todos los barcos registrados en México.

El 7 de julio de 2008, la Bandera Mexicana fue votada como “La bandera más bella del mundo”, de acuerdo al concurso realizado por un diario en España.

A partir de que se selló la Independencia, el águila ha sido incluida en todas las banderas subsecuentes, incluidas las de primero y segundo imperio, como las republicanas de 1823, 1825 y 1854. En éstas, el águila aparece con diferentes variantes: de frente o perfil, con y sin corona, hasta terminar en la actual, el águila constitucionalista, creada por el coahuilense don Venustiano Carranza.

Esta águila es la que prevalece en la bandera actual, con ligerísimas modificaciones.

El actual diseño del escudo fue creado por Francisco Eppens Helguera en 1968, al ser seleccionado para interpretar el nuevo escudo descrito en la Ley sobre las características y el uso del Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, decretada por el presidente Gustavo Díaz Ordaz. En esta ley también se estableció sustituir la figura de una serpiente acústica por una de cascabel, ya que esta tiene una significación preponderante en la cosmogonía de nuestros ancestros: el de la fertilidad de la naturaleza, ya que ésta fue relacionada con los ciclos de las estaciones. Por ello el Quetzalcóatl de los Mexicas y el Kukulkán de los mayas poseen rasgos de serpiente.

HISTORIA GRÁFICA DE LA BANDERA NACIONAL

Bandera de los mexicas.
Bandera de Cristóbal Colón.
Estandarte – Bandera de Hernán Cortés.
Estandarte – Bandera de la Dominación Española.
Estandarte – Bandera del Padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo y Costilla.
Bandera “El Doliente de Hidalgo”.
Bandera del Sr. Cura Don José María Morelos y Pavón.
Bandera Insurgente.
Bandera Siera.
Bandera de Iguala, conocida como bandera de las tres garantías.
Bandera Usada durante el primer Imperio por Agustín de Iturbide.
Bandera de Fray Servando Teresa de Mier.
Bandera Republicana de 1823.
Bandera Republicana de 1825.
Bandera del Batallón “Supremos Poderes”.
Bandera del Segundo Imperio.
Banderas del Gobierno Porfirista.
Bandera Constitucionalista.
Bandera Nacional de 1934.
Bandera Actual.

El juramento a la Bandera es un acto que se celebra cada lunes en instancias escolares y públicas, después del saludo a la Bandera y antes de cantar el Himno Nacional Mexicano. Al pronunciar el juramento se extiende la mano derecha al estilo del saludo romano; la mano se dirige hacia donde esté la bandera mientras se pronuncia lo siguiente:

JURAMENTO A LA BANDERA

¡Bandera de México¡
Legado de nuestros héroes,
Símbolo de la unidad
De nuestros padres y nuestros hermanos.
Te prometemos:
Ser siempre fieles;
A los principios de libertad y de justicia.
Que hacen de nuestra Patria
Una nación independiente.
Humana y generosa,
A la que entregamos nuestra existencia.




HISTORIA DE LA BANDERA




ESCUDO NACIONAL




BANDERAS DE USO INSTITUCIONAL




ESPECIFICACIONES




POESÍA A LA BANDERA




LEY SOBRE EL ESCUDO, LA BANDERA Y EL HIMNO NACIONAL




DOCUMENTO PARA PROFESORES




Los Símbolos Patrios nos unen en un sentimiento de identidad y pertenencia con México, constituyen la expresión de nuestros antecedentes representando el espíritu que reúne a todos los mexicanos como Nación.

Elaborado por:
Carola Sánchez Anivarro.
Jesús Eduardo Gutiérrez de León.
Gerardo Iván Gurrola Zúñiga.